Por Carmen Lacasa Esteban.
Este círculo de piedra de 7.000 años de antigüedad señaló el solsticio de verano y la llegada de la temporada anual de monzones. Es el sitio astronómico conocido más antiguo de la Tierra.
(Traducción y adaptación de la publicación
original,
cuyos datos se incluyen al final de este artículo)
Durante miles de años, las sociedades antiguas de todo el mundo erigieron enormes círculos de piedra, alineándolos con el sol y las estrellas para marcar las estaciones. Estos primeros calendarios predijeron la llegada de las estaciones, ayudando a las civilizaciones a conocer cuándo plantar y cosechar cultivos. También sirvieron como sitios ceremoniales, tanto para celebración como para sacrificio.
Estos megalitos[1] pueden parecer misteriosos en nuestra era moderna, cuando muchas personas carecen de conexión con las estrellas o incluso no pueden verlas. Algunos incluso los consideran sobrenaturales o realizados por extraterrestres. Pero muchas sociedades antiguas calculaban el tiempo localizando las constelaciones que se levantaban al atardecer, como si leyeran un reloj celestial gigante; y otras señalaron la ubicación del sol en el cielo durante el solsticio de verano e invierno, los días más largos y más cortos del año, o el equinoccio de primavera y otoño.
Sólo
Europa tiene unos 35.000 megalitos, incluidos muchos círculos de piedra
alineados astronómicamente, así como tumbas (o cromlechs[2]) y otras piedras
erguidas. Estas estructuras se construyeron en su mayoría hace entre 6.500
y 4.500 años, en gran parte a lo largo de las costas atlántica y mediterránea.
El más famoso de estos sitios es Stonehenge, un monumento en Inglaterra que se cree que tiene alrededor
de 5.000 años. Aunque antiguo, con esa edad, Stonehenge puede haber sido
una de las estructuras de piedra más jóvenes que se construyeron en Europa. Pero
estos sitios primitivos son, incluso algunos
siglos más jóvenes que el círculo de piedra más antiguo conocido del mundo: Nabta Playa.
Situada en
África, Nabta Playa se encuentra a unos 1.125 kilómetros al sur de la Gran
Pirámide de Giza en Egipto. Fue construido hace más de 7.000 años, lo que
convierte a Nabta Playa en el círculo de piedras más antiguo del mundo y,
posiblemente, el observatorio astronómico más antiguo de la Tierra. Fue
construido como culto de adoración al ganado por los pueblos nómadas, para
marcar el solsticio de verano y la llegada de los monzones.
El profesor emérito de la Universidad de Colorado, J. McKim Mallvile[3], experto en arqueoastronomía, opina que es el primer intento de los seres humanos de establecer una conexión con el cielo, tal vez porque pensaran que las estrellas eran dioses.
Imagen 2. La estatua
de Ramsés el Grande en el Gran Templo de Abu Simbel se mueve durante la
construcción de la presa de Asuán. (Crédito: Wikimedia Commons)
El descubrimiento de Nabta Playa
En la
década de 1960, Egipto estaba planeando el importante proyecto de la presa de
Asuán en el río Nilo, que iba a inundar importantes sitios arqueológicos
antiguos. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO) intervino con fondos para ayudar a reubicar estructuras
famosas, así como para rastrear el área en busca de nuevos sitios antes de que
se perdieran para siempre.
Pero un
destacado arqueólogo estadounidense llamado Fred Wendorf[4] vio otra
oportunidad. Quería buscar los orígenes antiguos del Egipto faraónico,
lejos del río Nilo. Mientras todos miraban los templos, Wendorf decidió
que miraría el desierto y con ello abrió la era del Egipto predinástico y el
reino antiguo.
Por suerte, en 1973, un guía beduino, llamado Eide Mariff, se encontró con un grupo de lo que parecían grandes megalitos de piedra mientras cruzaba el Sahara. Mariff llevó a Wendorf, con quien había trabajado desde la década de 1960, al sitio, que se encuentra a unos 96 kilómetros del Nilo.
La
evidencia de restos megalíticos yacía en la superficie.
Al principio, Wendorf pensó que eran formaciones naturales. Pero pronto se dio cuenta de que el sitio fue una vez un gran lecho lacustre que habría destruido tales rocas.
Volvió muchas veces a lo largo de décadas.
Luego, durante las excavaciones a principios de la década de
1990, Wendorf y un equipo de excavadores descubrieron un círculo de piedras que
parecía estar alineado con las estrellas de alguna manera misteriosa.
Imagen 3. Fred Wendorf en Nabta Playa. (Crédito: J. McKim Malville)
Los primeros astrónomos
Después de
siete años sin poder descifrar su misterio, Wendorf contactó con Malville, que
también quedó perplejo cuando vio por primera vez los mapas del sitio antiguo y
decidió viajar allí en persona para tener una idea del lugar, sus creadores y
su significado celestial.
Al llegar,
descubrió que estas piedras eran parte de una alineación que irradiaba desde un
túmulo importante, un túmulo funerario. Un montón de estos megalitos formaba la
cubierta de una tumba, y cada uno de los megalitos que encontraron enterrados
en el sedimento formaba una línea, como los rayos de una rueda que irradia
hacia afuera.
El equipo ya había realizado la datación por radiocarbono en el sitio, tomando muestras de chimeneas y material de tamarisco que se encontraba dentro del círculo de piedra. Con esa datación se podía calcular cuándo habían sido alienadas las piedras con las estrellas más brillantes del norte.
I
Malville descubrió
que el círculo de piedra una vez se alineó con Arcturus, Sirius y Alpha
Centauri. También había piedras que parecían corresponder a la
constelación de Orión. Al rastrear los movimientos de Arcturus a través
del cielo nocturno, propusieron que la estrella habría coincidido con el
círculo de piedra de Nabta Playa alrededor del 4800 a. C., lo que convertía
Nabta Playa en el sitio astronómico más antiguo descubierto hasta la fecha.
Desde entonces, los arqueólogos han seguido desentrañando el misterio de los antiguos habitantes de Nabta Playa, que usaban su lugar de verano para observar las estrellas.
Imagen 6. Reconstrucción
del círculo del calendario en Nabta Playa. (Crédito: Malville et al. 2007)
Culto al ganado
Hace más
de 10.000 años se produjo un cambio climático en la tierra. El norte de África
se alejó del clima frío y seco de la Edad de Hielo que había persistido durante
decenas de miles de años y empezaron a producirse monzones en el norte del
continente. Esto hizo que se llenaran lagos estacionales, o playas, que proporcionaban
ocasionalmente oasis de corta duración.
Para la
gente nómada que vivía en el área, estas lluvias de verano probablemente eran
sagradas. Durante esta era (paleolítico[5]) antes de que la
agricultura se extendiera por todo el mundo (neolítico[6]), estos nómadas sobrevivían
principalmente de los recursos silvestres.
Pero en algún lugar aproximadamente al mismo tiempo en la misma región, la gente comenzó a domesticar cabras, así como un tipo antiguo de ganado llamado uros. El ganado era una parte central de la cultura de Nabta Playa. Cuando el equipo de Wendorf excavó la tumba central del sitio, esperaban encontrar restos humanos. En cambio, desenterraron huesos de ganado y una enorme roca aparentemente tallada en forma de vaca.
Imagen 7. Una
excavación arqueológica encontró esta escultura de roca megalítica en forma de
vaca enterrada en Nabta Playa en el desierto del Sahara, cerca de la frontera
entre Egipto y Sudán. Los científicos piensan que la gente que vivía aquí
adoraba una dieta de vaca, una tendencia que aparece más tarde en el Egipto
faraónico. (Crédito: J. McKim Malville)
Se cree
que la gente de Nabta Playa viajaba a través del Sahara, a menudo sin rasgos
distintivos, desde un lago estacional a otro, llevando a su ganado a pastar y
beber. Malville opina que usaron las estrellas para esos desplazamientos por el
desierto y para poder localizar pequeños abrevaderos como Nabta Playa, que
tenía agua alrededor de cuatro meses al año comenzando, probablemente, con el
monzón de verano.
No había
estrella del norte en ese momento, por lo que la gente navegaba usando las estrellas
brillantes y el movimiento circular de los cielos. Este tipo de navegación
celeste habría hecho del círculo de piedra de Nabta Playa un símbolo poderoso
para los antiguos pueblos nómadas. Los pies de piedra habrían estado
cubiertos por agua estacional y habrían sido visibles desde la orilla
occidental del lago.
Pan de sorgo
La primera evidencia sólida de personas en Nabta Playa aparece alrededor del año 9000 a.C. En ese momento, el Sahara era un lugar más húmedo y agradable para vivir, donde la gente cavaba pozos y construía casas a su alrededor. Un sitio excavado en Nabta Playa reveló hileras de chozas con hogares, pozos de almacenamiento y pozos que se extendían a lo largo de varios cientos de metros cuadrados. El equipo de arqueólogos lo llamó un pueblo bien organizado.
Pero entre
el 5000 a. C. y el 3000 a. C., miles de años después de que se construyera el
círculo de piedra en Nabta Playa, hubo otro cambio climático y la región volvió
a secarse. Algunos investigadores piensan que este estrés ambiental podría
haber obligado a la gente de Nabta Playa a desarrollar una sociedad compleja,
que la mayoría de los investigadores cree que dependía del desarrollo de la
agricultura.
La
sociedad antigua estudió las constelaciones y comprendió los movimientos del
cielo nocturno. Hicieron sacrificios y adoraron a dioses. Hicieron
joyas con huesos de vaca. Trituraron pigmentos para pintura
corporal. Los investigadores incluso descubrieron tallas de peces en el
sitio que sugieren que los nómadas comerciaban tan lejos como el Mar
Rojo. Finalmente, las losas de piedra en el sitio, algunas de las cuales
miden nueve unos 2,70 metros de alto, tuvieron que ser arrastradas desde más de
un kilómetro y medio de distancia.
Sin embargo, esta cultura compleja parece haber desaparecido en algún lugar entre el paleolítico y el neolítico.
Además del
sitio astronómico más antiguo, Nabta Playa también alberga los restos más antiguos conocidos de sorgo[7],
un cultivo domesticado por primera vez en África y que ahora es uno de los
alimentos más importantes del mundo, especialmente en los trópicos. Se
encontraron cientos de semillas de sorgo en Nabta Playa y parecen estar más
relacionadas con el sorgo doméstico que con las variedades silvestres. El
mijo, otro cultivo fundamental para la historia agrícola mundial, también fue domesticado
en la región. Y las excavaciones en Nabta Playa también revelaron pozos de
almacenamiento para semillas de tubérculos, legumbres y frutas.
Imagen 8. Un hombre sostiene granos de sorgo. (Crédito: Abby Wendle / Wikimedia Commons)
Es
probable que los nómadas comieran alimentos silvestres, pero también plantaron
algunos cultivos semi-domesticados a lo largo de las orillas de los lagos al
comienzo de cada temporada de lluvias.
Las
semillas africanas de sorgo y mijo cultivadas de forma eventual en esta área se
extenderían a lo largo de la ruta comercial que se extendía a través del Mar
Rojo hasta la India, a donde llegaron hace unos 4.000 años y jugaron un papel
importante en el desarrollo de numerosas civilizaciones.
En ese
momento, las personas que habían cultivado las semillas por primera vez se
habían ido. Unos 1.500 años antes, la región se había secado,
convirtiéndose en lo que ahora es el desierto más caliente de la Tierra, el
Sahara, donde no llueve durante años en muchas zonas.
El clima
local cambiante obligó a la gente de Nabta Playa a dispersarse. Algunos
arqueólogos creen que estas personas viajaron, probablemente, al sur hacia
Nubia, el actual Sudán, así como al norte hacia Egipto. Y su migración
habría tenido lugar en los años anteriores a la llegada al poder de los
primeros faraones.
Esto hace pensar a algunos investigadores que el origen del culto a la diosa egipcia Hathor, la diosa vaca, proviene de los antiguos pobladores de Nabta Playa. Y que también explicaría el sentido religioso de todo el ganado durante el Reino Antiguo, sugiriendo así que la cultura egipcia emerge de África, y no tanto de la orilla fértil del río Nilo.
Imagen 9. El enorme
tamaño de Stonehenge y su prominente ubicación moderna lo convierten en el más
famoso de los muchos círculos de piedra de la humanidad. (Crédito:
Wikimedia Commons)
Entonces, ¿por qué tan poca gente ha oído hablar de
Nabta Playa?
Según
varios arqueólogos e investigadores, el círculo de piedras de Stonehenge está
en la mente de la civilización occidental porque sus piedras son tan grandes
que nunca fueron enterradas y durante mucho tiempo ha sido fácilmente
accesible. Los europeos han conocido Stonehenge durante gran parte de sus
5.000 años de historia, pero ni siquiera han oído hablar de Nabta Playa. Y una
de las razones es porque hasta hace poco tiempo estaba enterrada en la arena en
una remota región africana.
Después de
la publicación del estudio de Nabta Playa en 1988, la zona se llenó de turistas
que fueron degradando el lugar, cambiando de sitio las piedras y desfigurando
los megalitos, destrozando el área arqueológica. En respuesta a ello, el
gobierno trasladó todas las piedras, incluida la escultura de la vaca, a un
museo en la región, donde permanecen en exhibición para que los turistas las
vean de manera segura.
PUBLICACIÓN ORIGINAL:
Titulo
original: Nabta Playa: The World's First
Astronomical Site Was Built in Africa and Is Older Than Stonehenge
Fuente original: https://www.discovermagazine.com/the-sciences/nabta-playa-the-worlds-first-astronomical-site-was-built-in-africa-and-is
Autor:
Eric Betz
Fecha
de publicación original: 21 de junio de 2020
Traducción
y adaptación: Carmen Lacasa Esteban
NOTAS:
[1]
Megalito: monumento prehistórico
realizado con piedras de grandes dimensiones.
[2]
Cromlech: Un crómlech es un monumento funerario megalítico
formado con piedras durante el Neolítico, hace unos 11.000 años. Las piedras o
menhires de los cromlechs están dispuestas de una manera elíptica o circular y
se cree que son de influencia celta.
Se podían encontrar cerca de otras construcciones similares como los menhires,
aisladas, o bien en círculos entrelazados. Según diversas investigaciones en
los cromlecs es donde se colocaban las cenizas de los difuntos ya incinerados, se cree que eran
sepulturas colectivas a diferencia de los dólmenes y que también podían haber
sido templos de carácter sagrado.
[3]
J. McKim Malville es profesor de
astronomía en la Universidad de Colorado, Boulder, y miembro electo de la
Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia por su trabajo en
astrofísica solar.
[4]
Fred Wendorf (31 de julio
de 1924-15 de julio de 2015) fue un arqueólogo estadounidense
conocido principalmente por su investigación pionera en el noreste de
África. También fundó el Centro de Investigación Fort Burgwin y el Departamento
de Antropología de la Universidad Metodista del Sur, donde fue profesor de
Prehistoria Henderson-Morrison. Ganó numerosos premios a lo largo de su
carrera y fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados
Unidos.
[5] El Periodo Paleolítico o Edad Antigua
de la piedra, abarca desde los orígenes de la vida hasta el surgimiento
de las nuevas técnicas agrícolas, durante aquella época se empezaron a usar
herramientas como piedras talladas, huesos, cueros, maderas, etc. Incluso es
aquí donde el ser humano descubre el fuego. El término fue creado por el
arqueólogo John Lubbock en 1865, siendo este periodo el más largo de la
historia.
[6] El Neolítico es la última etapa de la Prehistoria, entre el 9000 y el
6000 a.C., cuando los seres humanos pasaron de limitarse a recoger los
productos de la naturaleza, a modificarla para producir artificialmente nuevos
tipos de recursos. En ese tiempo, los grupos humanos, en lugares y épocas
distintos y sin relación alguna entre sí, empezaron a practicar la agricultura
y la ganadería. Se ha planteado el crecimiento demográfico como probable causa
del surgimiento de la agricultura; se cree que la población humana aumentó a
tal punto que los recursos resultaban insuficientes para satisfacer las
necesidades alimenticias; por lo tanto, las sociedades prehistóricas se vieron
forzadas a interactuar con la naturaleza para aumentar la producción de plantas
y animales.
[7]
El sorgo (Sorghum spp.) o maicillo
es un género de poáceas oriundas de
las regiones tropicales y subtropicales
de África oriental.
Se cultivan en su zona de origen; en Europa,
América y Asia como cereal para consumo humano y
animal (en la producción de forrajes),
y para la elaboración de bebidas alcohólicas y escobas. Su
resistencia a la sequía y al calor
lo hace un cultivo importante en regiones semiáridas, y es uno de los cultivos
más importantes del mundo. Comprende 366 especies descritas y de éstas, solo 31 aceptadas.