Por Carmen Lacasa Esteban.
Estamos en Semana Santa. Unos prefieren lo
tradicional y se van de procesión. Otros lo lúdico y se van a la playa.
Hace dos mil años los primeros cristianos no
imaginaban que los símbolos de la Pascua pasarían de ser el crismón y el pez
para convertirse en estadísticas de tráfico y ocupación de hoteles.
En el año 311 se declaró en el Imperio Romano la libertad religiosa, por
lo que el cristianismo dejó de ser un culto secreto y perseguido. Hasta ese
momento, los cristianos usaron muchos y variados símbolos para comunicarse sin
ser descubiertos por los no iniciados.
El griego era la lengua de los primeros cristianos y dos de los símbolos
más conocidos encierran mensajes en esta lengua.
Uno de ellos es el crismón. Un círculo encierra dos letras griegas: la X
y la P, que forman el monograma de Cristo. La X, equivalente a nuestra ch, y la
P, equivalente a nuestra r. Ambas son las iniciales de la palabra Χριστός, Christós, Cristo,
que significa “el ungido”.
Crismón en el
sarcófago de Domitila. Siglo IV. Museos Vaticanos. Roma. Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons
El otro es el pez,
ΙΧΘΥΣ en griego, leído como ICHTHYS. En realidad es un acrónimo de la frase Ιησούς Χριστός Θεού Υιός Σωτήρ, es decir Iēsoûs CHristós THeoû hYiós Sōtér, que significa
Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador.
Era usado como
contraseña. Un iniciado dibujaba un arco y el otro debía completar la figura
hasta formar el pez. Entonces se reconocían como cristianos.
Estela funeraria con la
inscripción ΙΧΘΥΣ de finales del siglo III. Museo
Nacional Romano. Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons
Hay símbolos con
animales. Uno muy conocido es el del Buen Pastor: un joven que lleva a hombros
una oveja; el hombre representa a Cristo y la oveja el alma salvada por él. La
paloma representa el alma gozando de la paz divina.
También los hay
marineros: un ancla significa la esperanza del cumplimiento de las promesas
hechas por Dios. Y es también una imagen oculta de la cruz.
Ancla con pez en una
catacumba. Fuente: http://commons.wikimedia.org/wiki
Con alimentos: la vid
significa la comunión de los cristianos con Cristo, ya que él dijo: “Yo soy la
vid y vosotros los sarmientos”.
Estos primeros cristianos
se enterraron en las catacumbas. En realidad, ellos llamaban a sus lugares de
enterramiento “cementerios”, palabra de origen griego, Κοιμητήριο, koimeterio, que significa “dormitorio”, puesto que para los
cristianos era la estancia donde dormían hasta la resurrección.
La palabra catacumba,
cuyo significado es agujero, se empezó a utilizar en la Edad Media para
designar una hondonada en la Vía Apia donde estaba el cementerio de San
Sebastián. Después, esta denominación se extendió al resto de enterramientos
hechos en el subsuelo.
Lejos de ser una zona
secreta y oculta, las catacumbas eran conocidas por todo el mundo, ya que eran
los cementerios de los primeros mártires. De hecho, fue durante el siglo IV
cuando más se desarrollaron, puesto que todos querían enterrarse junto a los
mártires para que les ayudasen a alcanzar la otra vida. Fue en ese momento
cuando se construyeron las redes de galerías que son tan famosas ahora.
El papa Dámaso (366-384) impulsó
el culto a los mártires y bajo su pontificado se crearon verdaderos santuarios
subterráneos donde los fieles veneraban sus magníficas sepulturas. La pintura,
escultura y epigrafía de estos lugares es material indispensable para conocer y
estudiar los usos y costumbres de estos primeros cristianos.
Fresco de las catacumbas
de San Genaro. Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons
Bibliografía:
Lillo Redonet, Fernando. Mártires por la fe. Historia National Geographic
nº 43.
GRACIAS; SIN HISTORIA NO HAY PRESENTE NI FUTURO. DIOS SE REVELA EN LA HISTORIA Y NOS DONA SU MISTERIO.
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