En esta época del año felicito las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
La navidad es el comienzo del invierno, el final del año y el inicio de uno nuevo. La navidad nos trae alegría, amistad y familia. El final del año nos hace reflexionar. El nuevo año nos invita a imaginar. Los reyes magos nos convierten en niños otra vez. Celebramos fiestas donde la alegría, la amistad y la familia son las principales invitadas.
Parece que cada año que pasa es más complicado que el anterior. A la pandemia de Covid19 hay que sumar los numerosos conflictos bélicos, entre ellos la guerra de Ucrania, las crisis migratorias en todo el mundo, la falta de alimentos en países en vías de desarrollo y tantas otras cosas que pasan desapercibidas para los que vivimos a espaldas de ellas.
Espero teneros a todos, siguiendo
este blog, después de estas fiestas navideñas.
Esta vez os comparto una frase de
Jalil Yibrán: “En el corazón de todo invierno vive una primavera palpitante y,
detrás de cada noche, vive una aurora sonriente”.
Yibrán Jalil Yibrán, Khalil Gibran según la transcripción inglesa (Bisharri, Líbano 1883 – Nueva York, EE.UU 1931) fue un poeta, pintor, novelista y ensayista libanés.
Emigró con su familia a Estados
Unidos y se estableció en Boston, aunque residió varias temporadas en Beirut,
Whashington y París; lugares donde recibió una esmerada educación cosmopolita.
Compaginó la pintura con la
escritura. La mayor parte de su obra está escrita en inglés, aunque también
utilizó el árabe.
El libro que más repercusión
alcanzó fue “El profeta”, cuya primera edición (1918) estaba ilustrada con
dibujos del propio Yibrán. Por ello es conocido como “el profeta de Oriente”.
Otras obras conocidas son “Espíritus
rebeldes” (1908) y “Alas rotas” (1911).
Falleció el 10 de abril de 1931 en Nueva York, a los
cuarenta y ocho años. Sus restos fueron trasladados a Líbano donde descansan en
un camino muy cercano al “bosque sagrado de los cedros milenarios”.