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16 diciembre 2022

Felices fiestas

En esta época del año felicito las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

La navidad es el comienzo del invierno, el final del año y el inicio de uno nuevo. La navidad nos trae alegría, amistad y familia. El final del año nos hace reflexionar. El nuevo año nos invita a imaginar. Los reyes magos nos convierten en niños otra vez. Celebramos fiestas donde la alegría, la amistad y la familia son las principales invitadas.


Parece que cada año que pasa es más complicado que el anterior. A la pandemia de Covid19 hay que sumar los numerosos conflictos bélicos, entre ellos la guerra de Ucrania, las crisis migratorias en todo el mundo, la falta de alimentos en países en vías de desarrollo y tantas otras cosas que pasan desapercibidas para los que vivimos a espaldas de ellas.

Espero teneros a todos, siguiendo este blog, después de estas fiestas navideñas.

Esta vez os comparto una frase de Jalil Yibrán: “En el corazón de todo invierno vive una primavera palpitante y, detrás de cada noche, vive una aurora sonriente”.

 

Yibrán Jalil Yibrán, Khalil Gibran según la transcripción inglesa (Bisharri, Líbano 1883 – Nueva York, EE.UU 1931) fue un poeta, pintor, novelista y ensayista libanés.

Emigró con su familia a Estados Unidos y se estableció en Boston, aunque residió varias temporadas en Beirut, Whashington y París; lugares donde recibió una esmerada educación cosmopolita.

Compaginó la pintura con la escritura. La mayor parte de su obra está escrita en inglés, aunque también utilizó el árabe.

El libro que más repercusión alcanzó fue “El profeta”, cuya primera edición (1918) estaba ilustrada con dibujos del propio Yibrán. Por ello es conocido como “el profeta de Oriente”.

Otras obras conocidas son “Espíritus rebeldes” (1908) y “Alas rotas” (1911).

Falleció el 10 de abril de 1931 en Nueva York, a los cuarenta y ocho años. Sus restos fueron trasladados a Líbano donde descansan en un camino muy cercano al “bosque sagrado de los cedros milenarios”.

24 octubre 2021

CINE: EL MANANTIAL


FICHA TÉCNICA
Título en España: El manantial
Título original: The fountainhead
Director: King Vidor
Guión: Ayn Rand
Música: Max Steiner
Reparto: Gary Cooper, Patricia Neal, Raymond Massey, Kent Smith, Robert Douglas
País: USA
Año: 1949
Duración: 114 minutos
Formato: Blanco y negro
Género: Drama 
 

21 diciembre 2018

FELICES FIESTAS 2018-2019

Ha pasado otro año, en el que tal vez no hayamos podido cumplir todo aquello que nos propusimos cuando empezó, pero seguro que todos lo hemos estado intentando.

Nunca, jamás, hay que perder de vista el objetivo que queremos conseguir en la vida porque, tarde o temprano, llegará. 

Como dijo Walt Disney "si puedes soñarlo, puedes lograrlo".

Y como deseaban los antiguos egipcios para su rey, yo deseo que tengáis vida, fuerza y salud para el año 2019. 

¡Felices Fiestas!


18 diciembre 2017

FELICES FIESTAS 2017-2018



Siempre me gusta felicitar las fiestas a los seguidores del blog "El saber no está de más" con alguna frase original.
Este año con una frase de Ptahhotep, ilustre personaje del antiguo Egipto, del que si queréis saber más, sólo tenéis que pinchar en el enlace "leer más".
 
 
 
Para los egipcios el "corazón de una persona" era el "pensamiento".
 
¿Quieres conocer a Ptahhotep? Sigue leyendo.
 

07 mayo 2017

Curso: Reconstruyendo la vida funeraria en torno a la tumba de Djehuty

Reconstruyendo la vida funeraria en torno a la tumba de Djehuty.
 
Estimados amigos,
Tenemos el placer de anunciaros nuestro próximo seminario que va a abordar un tema fascinante: el Gran Viaje al Más Allá que deberá afrontar el difunto para conseguir la vida eterna. Dirigiremos nuestra mirada a la reconstrucción del ritual funerario a través de los testimonios que el arte nos ha dejado en la tumba de Djehuty, que este año ha cumplido campaña arqueológica número 16, y que arrojan nueva luz sobre los últimos actos mágicos que acompañan al difunto a la tumba. Tenemos la extraordinaria oportunidad de escuchar al Doctor José Miguel Serrano Delgado, subdirector del Proyecto Djehuty, que nos va a dar toda una lección de eternidad.
Estamos seguras de que este seminario va a colmar la...s expectativas de todos aquellos que participan en nuestras eventos y que han disfrutado escuchando a los magníficos conferenciantes de este curso, los Doctores María José López Grande, Francisco Borrego y José Lull, a los que agradecemos su participación y el gran nivel académico y científico que gracias a ellos han alcanzado nuestros cursos.
Con esta actividad se cierra el curso académico 2016-17 y nos despedimos hasta el próximo octubre cuando reanudaremos nuestras actividades, tanto con los seminarios y conferencias de la Escuela de Lenguas Bíblicas y Orientales de la Facultad de Teología y los cursos de lengua de Egipcio Clásico que se imparten en esta misma facultad, como con el Diploma en Egiptología de la Universidad de Valencia en su 3ª edición.
Esperamos vuestra asistencia.
Josefina y Fátima

 
 
 
DATOS DEL CURSO:

08 febrero 2015

LA ESCULTURA CUBISTA DE JULIO GONZÁLEZ

Por Carmen Lacasa 

El escultor Julio González murió en 1942 y hasta diez años después de su muerte, su obra no se hizo conocida. Considerado como uno de los grandes nombres de la escultura en hierro, dotó a este material de nuevos valores constructivos y expresivos.
 

19 octubre 2014

ZHENG HE, NAVEGANTE CHINO DEL SIGLO XV

Leí algo sobre este navegante hace unos años y acabo de leer una novela basada en sus viajes alrededor del mundo. Me fascinó en su día y me ha vuelto a suceder. Un eunuco chino del siglo XV que se convirtió en leyenda, bajo el nombre de Simbad el Marino, y que pudo ser el descubridor de América en 1421.
Hoy os lo quiero presentar: Zheng He.
 

06 abril 2014

ARQUITECTOS EN EL ANTIGUO EGIPTO

Por Carmen Lacasa 

Salvo Vitruvio, arquitecto del antiguo imperio romano, apenas se conocen nombres de arquitectos, considerados hasta el Renacimiento como maestros de obras, y los edificios se atribuyen a los promotores, ya sean monarcas, nobles o eclesiásticos.
Pero en el Antiguo Egipto, algunos de estos nombres sí fueron reconocidos. Entre ellos destaca, cómo no, Imhotep, considerado el primer arquitecto conocido de la historia.

Imhotep, Hemiunu, Ineni, Senenmut, Amenhotep hijo de Hapu, Kha, Khaemuaset… Son algunos de los nombres que han llegado hasta nosotros y de los que se puede decir realmente que son arquitectos. No porque esta palabra aparezca escrita, sino por los títulos que acompañan, además, a sus nombres. De hecho, los arquitectos eran los imy-r kAwt, es decir, los directores de las obras. Si a ello se le añadía kAwt neb n nesw, de todas las obras las rey, su nombre ya era conocido.
Imhotep vivió durante el reinado del rey Djoser, de la Dinastía III, entre 2686 a.C. y 2616 a.C. La certeza de su condición como arquitecto viene escrita en la base de una estatua real donde aparecen su nombre y sus títulos: “El tesorero real del Bajo Egipto, el Primero tras el Rey del Alto Egipto, administrador del Gran Palacio, señor hereditario, gran sacerdote de Re en Heliópolis, Imhotep el constructor, escultor, hacedor de vasijas de piedra”.
Todos los arquitectos ostentaron un título religioso ya que, al igual que los médicos, escribas escultores o pintores, estudiaban en los templos, espacios donde se dictaban las normas a seguir en todas las disciplinas.
Imhotep, figura del Louvre. Fuente: http://commons.wikimedia.org
La influencia de Imhotep fue tal que incluso se elevó a la categoría de dios y su culto fue venerado a lo largo de toda la época faraónica. En el siglo IV a.C. se le veneró también como patrono de escribas y médicos, categoría esta última con la que pasó a la cultura griega asimilándolo a Asclepios y a la romana como Esculapio.
Su fama le viene por ser el arquitecto del recinto funerario de Djoser y el autor de la pirámide escalonada. La duración de esta obra en el tiempo viene condicionada por el tipo de material constructivo empleado, la piedra tallada, que no se había usado hasta entonces como material estructural, sino tan solo en elementos aislados como dinteles.
Aunque la idea original para la tumba real era una mastaba, Imhotep hizo tres ampliaciones.
La mastaba inicial era cuadrada, de 63 metros de lado y ocho metros de altura, construida en piedra y revestida con bloques de caliza de calidad procedentes de la cantera de Tura. Más tarde se agrandó hasta tener una forma rectangular de 71x79 metros.
Sobre esta mastaba se hizo la siguiente ampliación: se elevaron sobre la mastaba cuatro escalones troncopiramidales hasta una altura de 42 metros. Y la segunda amplificó la base hasta tener 109x121 metros y elevó la pirámide a seis escalones y una altura de 60 metros. La pirámide se construyó con bloques pétreos muy pequeños y por capas sucesivas, en hiladas horizontales inclinadas hacia el interior para asegurar la estabilidad del conjunto. Había nacido la pirámide.
Complejo funerario de Djoser y Pirámide escalonada. Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons
Hemiunu ostentó los títulos de hijo real (era hijo de una princesa y sobrino del rey), chaty (visir), supervisor de los escribas del rey y director de todos los trabajos del rey bajo el reinado de Khufu (Keops) durante la Dinastía IV, entre 2589 a.C. y 2566 a.C.
No se tiene constancia fehaciente, pero se le supone el autor de la gran pirámide de Khufu, que domina la meseta de Gizah y es el símbolo del poder faraónico por excelencia. Para entonces, las técnicas constructivas habían evolucionado hasta alcanzar casi la perfección a los ojos de los egipcios de la época.
Ineni trabajó durante la dinastía XVIII, ya en el Reino Nuevo, para Amenhotep I, Djehutymose I (Tutmosis I), Djehutymose II (Tutmosis II), Djehutymose III (Tutmosis III) y Hatshepsut.
Diseñó numeroso proyectos para Djehutymose I: la Gran Sala del templo de Karnak, una zona hipóstila para conmemorar la victoria del rey sobre los hiksos, los pilonos cuarto y quinto del templo, patios y estatuas.
También fue el que ideó y construyó la primera tumba real en el Valle de los Reyes para este rey, la llamada KV20. Es famosa la frase que se le atribuye respecto de esta última construcción, “nadie me vio, nadie me oyó”, refiriéndose al secretismo sobre la ubicación de la tumba real.
Senenmut es quizás más conocido por su relación personal con Hatshepsut, auténtica reina faraón de la dinastía XVIII entre 1490 a.C. y 1468 a.C. que por ser el “director de todas las obras las obras, administrador de los bienes de la Gran Esposa Real Hatshepsut, administrador de los bienes de la hija real Neferure, tesorero real, administrador del Palacio, gran mayordomo de la Esposa del Dios y tutor de la hija real Neferure”.
Senenmut, estatua-cubo de cuarcita en el British Museum. Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons 
La obra más conocida es el templo funerario de la reina Hatshepsut en Deir el-Bahari. No es una idea original, sino que retoma un modelo anterior: el templo de Mentuhetep II construido cinco siglos antes, pero aumentado en tamaño y magnificencia.
Senenmut dirigió un equipo técnico compuesto por dieciséis carpinteros, diez talladores de piedra y veinte grabadores para el diseño y construcción de este templo. Su diseño en tres niveles de terrazas, fachadas con columnas, rampas de acceso y patio superior forman un conjunto que aún asombra por su modernidad.
Poco o nada queda de la entrada al templo, que se señalaba con una avenida de esfinges con cuerpo de león y cabeza de Hatshepsut tocada con el nemes, símbolo del poder real. Tampoco se ve el jardín de palmeras, árboles frutales, viñas y mimosas, ni los estanques en forma de T con papiros y flores que se extendían a ambos lados. Lo que sí se aprecia todavía es la piedra blanca con la que está construido, que es una piedra caliza local.
Templo de Hatshepsut. Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons
Amenhotep hijo de Hapu fue el arquitecto que concibió el templo de Luxor, bajo el reinado de Amenhotep III, en la dinastía XVIII, entre 1402 a.C. y 1364 a.C. Este recinto sagrado, llamado “El harén del sur de Amón”, fue el modelo a seguir para los siguientes templos egipcios.
Amenhotep estatua en Luxor. Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons
El templo de Luxor se concibió como una parte del templo de Karnak y su finalidad era la de celebrar la fiesta de Opet, el Año Nuevo, que era en el momento en que las aguas del Nilo alcanzaban el máximo nivel de la crecida. El templo sigue un único eje longitudinal en el que se sitúan el pilono de entrada, el patio porticado descubierto, una sala hipóstila y varias antesalas antes del sancta santorum. La altura de los techos disminuye conforme se adentra en el templo.
También se encargó de elegir los dos bloques de cuarcita roja de la cantera de Gebel el-Ahmar en los que se esculpieron las esculturas de Amenhotep III, conocidas como los Colosos de Memnon, que presidían el templo funerario de este rey.
 
Kha trabajó durante los reinados de Amenhotep II, Djehutymose IV (Tutmosis IV) y Amenhotep III. Fue un arquitecto destacado y su tumba intacta, en Deir el-Medina, fue encontrada en 1906 por Ernesto Schiaparelli. Se encontraron herramientas (mazos, cinceles), utensilios de escriba (paleta con huecos para tintas, cálamos y tablillas), moldes para hacer adobes e instrumentos de medición (escuadra con plomada, codos de madera – para medir longitudes, un codo: 0,45 metros).
Khaemwaset, el cuarto hijo de Ramsés II y segundo de la reina Isetnofret, ostentó el título de de Gran Jefe de los artesanos de Ptah, la máxima jerarquía del clero de Menfis durante la dinastía XIX, entre 1295 a.C. y 1186 a.C. del Reino Nuevo.
Proyectó las primeras galerías del Serapeum de Menfis, lugar de descanso de los bueyes Apis y restauró varios monumentos, como el templo solar del faraón Niuserra y las pirámides de los faraones Sahura y Unas (del Reino Antiguo) en nombre de su padre, por lo que se le considera el primer egiptólogo de la historia.
Khaemwaset en el Altes Museum de Berlin. Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons
Mentuemhat vivió durante la dinastía XXV, bajo los reinados de los reyes nubios Taharqa y Tanutamun. Ostentó, entre otros títulos, los de “cuarto profeta de Amón y príncipe de Tebas”.
Supervisó las obras de estos dos reyes en Medinet Abu y Karnak
Mentuemhat. Fuente: http://www.touregypt.net
Como última curiosidad, decir que en 1935 Walter Bryan Emery inició la búsqueda de la tumba de Imhotep, pero ésta aún sigue oculta, siendo el objetivo principal de muchas misiones arqueológicas en Saqqara. Quizá algún día alguien repita esa famosa frase: “Veo cosas maravillosas”.
Bibliografía:
Estrada Laza, Fernando. El templo de Luxor, joya del Nilo. Historia National Geographic nº11
Hawas, Zahi. Los secretos de Saqqara. Historia National Geographic nº12
Bedman, Teresa y Martín Valentín Francisco. Sen-en-mut, favorito de la reina Hatshepsut. Historia National Geographic nº15
Estrada Laza, Fernando. La primera pirámide. Historia National Geographic nº23
Castellano, Nuria. El Gran templo de Hatshepsut en Deir el-Medina. Historia National Geographic nº50
Parra Ortiz, José Miguel. La Gran Pirámide. Historia National Geographic nº55
Mascort, Maite. Arquitectos del faraón. Historia National Geographic nº121
 

10 marzo 2014

LEON BATTISTA ALBERTI

Por Carmen Lacasa Esteban. 

Licenciado en derecho canónigo, literato, arquitecto y un auténtico hombre del Renacimiento, Alberti sentó las bases de la arquitectura europea que se construyó hasta prácticamente la Primera Guerra Mundial, cuando aparecieron las Vanguardias. Santa Maria Novella en Florencia es su obra más conocida, pero fue el Templo de Sant’Andrea en Mantua el que se convirtió en el prototipo del templo cristiano por excelencia.

02 marzo 2014

ALEJANDRO MAGNO EN EGIPTO

Alejandro Magno solo estuvo seis meses en Egipto, durante los cuales se convirtió en faraón. Su famosa visita al oráculo de Siwa y su proclamación como hijo del dios lo transformaron en un ídolo.

02 febrero 2014

EL CID: UN MERCENARIO CONVERTIDO EN PRÍNCIPE

Desterrado de Castilla por el rey Alfonso VI, convertido en mercenario a las órdenes del mejor postor y aliado del príncipe de la Taifa de Zaragoza, al-Muqtamid, Rodrigo regresó a la corte castellana para apoyar a su rey contra los almorávides. Pero Alfonso VI lo vuelve a desterrar. Y Rodrigo decide conquistar Valencia para sí.
En este segundo y último post de El Cid, contaremos desde su reconciliación con Alfonso VI hasta su muerte.
 

19 enero 2014

EL CID: UN NOBLE VENIDO A MERCENARIO

Convertido en héroe por el conocido Cantar de Mio Cid, en realidad Rodrigo Díaz se hizo famoso en su época por ser un soldado invencible, un mercenario que se vendía al mejor postor, cristiano o musulmán. Un mercenario que conquistó territorios y que llegó a ser Señor de Valencia.
Este es el primero de los dos post de El Cid, que habla de él desde su nacimiento hasta la reconciliación con el rey Alfonso VI.
 

08 diciembre 2013

GIOVANNI BATTISTA BELZONI. EL SALTIMBANQUI QUE VIAJÓ A EGIPTO

Por Carmen Lacasa Esteban.

La historia de este personaje es de auténtica película de Hollywood. Nunca deja de sorprenderme el descubrir todas las cosas que Belzoni hizo a lo largo de su vida. 

En el año 1799 Napoleón Bonaparte envió a Egipto 165 eruditos de la Comisión de las Ciencias y de las Artes del ejército de Oriente para que midieran y dibujaran todos los monumentos que Vivant Denon había visto y para que continuaran investigando. El barón Dominique Vivant Denon había visitado Egipto en 1798 junto con un grupo de soldados y a su vuelta, con la ayuda de sus dibujos, consiguió que Napoleón viajara en persona al país del Nilo. Es el momento de aquella famosa frase de Napoleón: “¡Soldados! ¡Desde lo alto de esas Pirámides, cuarenta siglos os contemplan!”.  
 
En 1802 Vivant Denon publica su libro Le voyage dans la Basse et la Haute Égypte pendant les campagnes du général Bonaparte. Y entre 1809 y 1822 se imprime en París, en nueve volúmenes de texto y once enormes volúmenes de láminas, la Description o Recueil des observations et des Recherches qui ont été faites en Égypte pendant l’expédition de l’armée française publié par les ordres de S.M l’Empereur Napoleon, que constituye la base principal sobre la que se ha construido la egiptología. La famosa Déscription de l’Egypte.
Tras estas dos publicaciones, en Europa se desata el furor por Egipto y sus maravillas, iniciándose una época en la que se multiplicaron los saqueos de las tumbas y templos por parte de aventureros que vendían los tesoros a la clase adinerada europea o estadounidense o alimentaban las vitrinas de los museos. Entre ellos estaba Belzoni.


Giovanni Battista Belzoni nació en Padua en 1778.
Se trasladó a Roma con dieciséis años para ganarse la vida y cuando estaba a punto de convertirse en fraile (en 1798) los franceses entraron en la ciudad. Tras esto, en 1802, se traslada a Londres donde, para subsistir, se convierte en saltimbanqui. Era muy alto, dicen que medía más de dos metros, y tenía una fuerza extraordinaria. Trabajaba en la calle, en ferias y en circos. Los carteles del teatro donde se exhibía lo presentaban como el “Sansón de la Patagonia” y aparecía en escena disfrazado de patagón, con plumas en la cabeza. Al final de espectáculo se le veía llevando un soporte metálico encima del cual iban doce personas de pie. Era la “pirámide humana”. 
 

Fuente: Vercouttier, Jean. Egipto, tras las huellas de los faraones
En 1812 dejó Inglaterra y viajó a Portugal y España. En 1814 viajó a Malta donde un agente de Mehmet Alí le sugirió que fuera a Egipto, país donde sus conocimientos de hidráulica serían muy apreciados. Conocimientos adquiridos no se sabe cómo.
En compañía de su mujer y de un criado irlandés, desembarcó en Egipto, donde conoció inmediatamente a Drovetti y Burckhardt, viajeros, aventureros y traficantes de antigüedades. Durante dos años trabajó en su invento: una máquina hidráulica más eficiente que sus contemporáneas, destinada a facilitar el riego. Tras hacer una demostración en el palacio de Mehmet Ali y demostrar que este aparato proporcionaba, en el mismo tiempo, una cantidad de agua seis veces mayor que la saquieh tradicional, Mehmet Alí se negó a comprarlo, influido por sus allegados. Con lo que Belzoni se quedó sin recursos en un país extranjero.
Es cuando se acordó de que Burckhardt le había hablado, en cierta ocasión, de una cabeza colosal de Ramsés II que yacía delante del Ramesseum, conocido en aquella época como el Memnonium y la estatua como el Joven Memnon. Burckhardt quería llevarla a Inglaterra para regalarla al príncipe regente. Belzoni pensó que quizá podría ganar algo de dinero con aquella cabeza, así que se presentó, junto con Burckhardt, en casa de Salt, que era el cónsul general de Inglaterra en Egipto. Salt vió, en esta operación, la posibilidad de satisfacer los deseos de Bankes, un rico coleccionista miembro del consejo de administración del British Museum, que le había pedido antigüedades para sí mismo y para el propio museo.
De esta forma, Salt adelantó el dinero necesario para el viaje de Belzoni a Luxor, además de una cantidad destinada a la compra de todas las antigüedades que pudiera descubrir.
Con el firman que le autorizaba para reclutar a los obreros necesarios, Belzoni salió de Bulak, el puerto fluvial de El Cairo, a finales de junio y llegó a Tebas el 22 de julio de 1816. Se dirigió inmediatamente al Ramesseum e inició los preparativos para el traslado. Cuando vio la cabeza “Su belleza superó todas mis expectativas, mucho más que su tamaño”, según relató en Voyages en Égypte et en Nubie, libro escrito por él mismo. También era un excelente dibujante y sus acuarelas se convertían rápidamente en litografías que los editores vendían.
Apenas habían llevado material para el traslado, tuvo problemas con el cachef, el gobernador de la región, para que le proporcionara los ochenta obreros que necesitaba, pero al final, el 27 de julio llegaron algunos hombres. Ante la incredulidad de los fellahs de Gurna, consiguieron mover el coloso lo suficiente como para poder introducir por debajo unas andas construidas con tablones de madera; una vez el bloque estuvo apoyado en ellas, lo levantaron para meter debajo unos rodillos, también de madera, primero la parte delantera y después la trasera. Ataron la cabeza a la estructura y para desplazarla unos hombres tiraban de las cuerdas y otros cambiaban los rodillos de atrás hacia delante.
Esta imagen es una acuarela de Belzoni, publicada en 1823. Está en la Biblioteca Nacional de París. El coloso de Ramsés II se encuentra en la gran sala de egiptología del British Museum.
 

El traslado fue una tarea ardua. Se tardaban diez días en mover la estatua unos 1200 metros. Un poco antes de llegar al Nilo, surgió otro problema más: se quedó sin obreros para continuar el traslado. Tras algunas explicaciones y un regalo al cachef, consistente en “dos bellas pistolas inglesas”, dos días después, el 7 de agosto volvieron los obreros y el 12 de agosto llegaron a la orilla del Nilo.
Mientras esperaba la llegada de un barco de tamaño adecuado, visitó las tumbas del Valle de los Reyes, Nubia y Abu Simbel. La primera tumba que descubrió fue la KV23, la del faraón Ay. En Filae toma posesión de un pequeño obelisco. Abu Simbel se encontraba tapado por la arena, y se prometió entrar allí alguna vez. El barco que esperaba seguía sin llegar y tuvo que buscar otro. Entretanto siguió con sus exploraciones: excavó en Karnak, donde descubrió dieciocho estatuas con cabeza de león (de la diosa Sekhmet), una estatua real y algunas esfinges, que se llevará junto con el busto.
El 17 de noviembre de 1816, tres meses después de haber llegado a la orilla del Nilo, el busto de Ramsés se embarcó camino de El Cairo, Alejandría y, finalmente, Europa.
Abú Simbel había sido descubierto por Burckhardt en 1813. Cuando Belzoni llegó allí, en 1816, esto fue lo que vio: “La arena acumulada por el viento del lado norte, en la roca que corona el templo, fue cayendo poco a poco hacia la fachada y sepultó la puerta en sus tres cuartas partes. Cuando me acerqué a este templo, perdí de golpe la esperanza de poder despejar la entrada, pues los montones eran tan grandes que no veía la posibilidad de llegar nunca hasta la puerta”.
Esto es lo que vio, según una acuarela suya, publicada en 1820.
Así que volvió al año siguiente, 1817, en compañía de tres ingleses, decidido a entrar en el templo. Tardaron cuatro semanas en despejar la entrada y entrar. “A la primera ojeada nos quedamos asombrados ante la inmensidad del subterráneo; pero nuestra sorpresa fue enorme cuando nos vimos rodeados de magníficos objetos artísticos de todo género, de pinturas, de esculturas, de figuras colosales”.
Interior de Abu Simbel, acuarela suya, publicada en 1820.
El calor en el interior del templo era de 44º y, además, se quedaron sin víveres, por lo que tuvieron que abandonar Abu Simbel el 3 de agosto de 1817, llevándose como recuerdo, eso sí, dos leones con cabeza de halcón, de tamaño natural, una pequeña estatua sedente y unos fragmentos de cobre que procedían de las puertas.
Volvió al Valle de los Reyes, decepcionado por no haber hallado un gran tesoro en Abu Simbel y allí descubrió la KV17, la tumba de Seti I, el padre de Ramsés II, considerada como la “capilla Sixtina” egipcia. También encontró la KV25, la KV16 de Ramsés I, la KV25 con dos mujeres, la KV19 de Mentuherkhepshef, la KV30 y la KV31.
Volvió a Europa en 1819, a Padua, donde fue recibido con honores. Escribió varios libros, entre ellos "Narrative of the Operations and Recent Discoveries Within the Pyramids, Temples, Tombs and Excavations in Egypt and Nubia and of a Journey to the Coast of the Red Sea, in search of the ancient Berenice; and another to the Oasis of Jupiter Ammon", publicado en Londres en 1820 y “Description of the Egyptian Tomb, Discovered by G. Belzoni”, publicado también en Londres en 1821.
Belzoni no fue el único en llevarse los tesoros de Egipto fuera del país. El saqueo, el robo de las antigüedades a principios del siglo XIX fue, a nuestros ojos, un escándalo. Pero pensemos también que, durante esa época, desaparecieron numerosos templos, estatuas y bajorrelieves, utilizados para construir fábricas o para ser quemados en hornos de cal.

Así que, todo aquello que estos aventureros de principios del siglo XIX robaron, es también todo aquello que salvaron y que ahora podemos contemplar en museos o colecciones privadas.

Bibliografía:
Vercouttier, Jean. Egipto, tras las huellas de los faraones.
La wikipedia, mejor en italiano:
 
El libro de Belzoni Narrative of the Operations…” está accesible en el siguiente enlace:

Artículo revisado en fecha 30 de mayo de 2021.